He leído mucho sobre historia en distintos contextos. A lo largo de los años he disfrutado de biografías, novelas históricas y una gran cantidad de documentales. Sin embargo, siempre he sentido la ausencia de autores que escriban sobre la historia de Tehuacán, o al menos que incluyan referencias significativas a nuestra ciudad dentro de sus obras.
La lectura ha sido una constante en mi vida; en algunos años he llegado a leer hasta 130 libros por año. Y, a pesar de ese vasto recorrido literario, solo he encontrado cuatro referencias a Tehuacán.
Me encantaría que más personas se animaran a escribir sobre nuestro municipio, a documentar su historia y a preservar ese legado para las generaciones futuras. Como bien dijo Jorge Luis Borges: “El libro es la extensión de la memoria y de la imaginación”.
Entre todos los libros que he leído, estos son los pocos en los que he encontrado menciones o pasajes relacionados con Tehuacán. A continuación, los comparto con ustedes como una humilde recopilación.
Esta es, sin duda, la novela más emblemática de la escritora poblana Ángeles Mastretta. Publicada en los años 80, es una obra de ficción, pero está llena de guiños a acontecimientos y personajes reales. Incluso fue adaptada al cine hace algunos años.
Los libros de Mastretta suelen tener elementos comunes: protagonistas femeninas fuertes y escenarios ubicados en el estado de Puebla, incluyendo su capital y otras ciudades de la región.
En Arráncame la vida, la protagonista, Catalina, está casada con Andrés Ascencio, un personaje ficticio inspirado en Maximino Ávila Camacho, militar con aspiraciones políticas. Durante su campaña para gobernador, Andrés visita Tehuacán junto a su esposa e hijas. La novela dice:
“Los mítines se volvieron breves, el de Tehuacán duró sólo una hora. Después nos fuimos a nadar a El Riego, un rancho con aguas termales en el que a veces vacacionaba el general Aguirre.”
Esta breve mención contiene tres detalles significativos:
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La importancia política de Tehuacán en la carrera por la gubernatura.
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El valor turístico de El Riego, reconocido centro de aguas termales.
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La fama histórica de nuestros manantiales, visitados por presidentes y gobernadores.
En otra parte de la novela, también se menciona que Tehuacán declaró a Andrés Ascencio como Hijo Predilecto. Interesante, ¿no? Por cierto, el general Aguirre era una referencia a Manuel Ávila Camacho.
En la década de 1960, el arqueólogo e investigador Richard MacNeish llevó a cabo una profunda investigación sobre el origen de la agricultura en el Valle de Tehuacán. Este trabajo le tomó seis años y se convirtió en un referente fundamental para la arqueología y la historia agrícola de Mesoamérica. Gracias a sus hallazgos y a la difusión de sus resultados, Tehuacán es reconocida hoy como la cuna del maíz.
La investigación fue publicada en una serie de cinco volúmenes bajo el título The Prehistory of the Tehuacán Valley, los cuales aún se consultan y citan frecuentemente en publicaciones científicas e históricas. Afortunadamente, estos libros están disponibles en línea y pueden descargarse de forma gratuita.
Conocí esta obra en 2006, cuando un compañero del curso de inglés en la BUAP me compartió esta historia y tuvo el gesto de regalarme un CD con todos los volúmenes digitalizados. Desde entonces, ha sido una de las fuentes más valiosas que he encontrado sobre nuestra región.
Aquí comparto los enlaces para quienes deseen explorar este trabajo esencial:
La Biblioteca Municipal de Tehuacán lleva con orgullo el nombre de Joaquín Paredes Colín, considerado el principal historiador local de la ciudad. Fue precisamente en el marco de las celebraciones del Centenario de la Independencia de México, en 1910, cuando se le otorgó este reconocimiento nominal como un homenaje a su destacada labor de documentación y preservación del pasado tehuacanero.
Don Joaquín Paredes Colín fue autor del libro "Apuntes Históricos de Tehuacán", una obra fundamental que recopila, con rigor y detalle, los principales acontecimientos políticos, sociales y culturales de la ciudad. Uno de los pasajes más significativos que recoge es la compra del título de “Ciudad de Indios”, otorgado el 16 de marzo de 1660 por la Corona Española, lo que dio a Tehuacán un estatus administrativo y jurídico particular dentro del virreinato.
Aunque este libro es posiblemente el más citado en la historia local, su circulación ha sido limitada. En mis años de vida en Tehuacán, nunca logré adquirir un ejemplar, y no tengo certeza de si ha sido reeditado recientemente. Recuerdo, sin embargo, haberlo hojeado y leído parcialmente durante mi infancia, acompañado por mis hermanas, en la propia Biblioteca Municipal que lleva su nombre. Fue una experiencia reveladora, pues pocas veces se tiene acceso a una fuente directa tan rica sobre nuestro propio entorno.
La obra de Paredes Colín, al igual que otros documentos históricos, forma parte de los esfuerzos tempranos por conservar la memoria colectiva de Tehuacán, y representa un valioso legado para las generaciones futuras. Sería deseable que se realizara una reedición facsimilar o digital para asegurar su difusión y consulta pública, como ya se ha hecho con otros textos históricos regionales.
A finales de la década de 1990, el Club Rotario Manantiales publicó el libro Tehuacán, horizonte en el tiempo, una obra que recopila una serie de apuntes históricos, anécdotas y datos curiosos sobre nuestra ciudad. Más que un tratado académico, este libro ofrece un recorrido entrañable por diversos aspectos de la identidad tehuacanera, desde su patrimonio arquitectónico hasta sus momentos más emblemáticos.
Tuve la oportunidad de estudiar este texto durante la preparatoria, donde se nos pedía preparar exposiciones en clase basándonos en sus contenidos. Fue una excelente puerta de entrada para conocer la historia local desde una perspectiva cercana y accesible.
El libro incluye pasajes particularmente memorables, como una mención a los hoteles más emblemáticos de Tehuacán, por ejemplo:
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Hotel Garci Crespo, que más tarde se transformó en el Hotel Spa Peñafiel.
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Hotel México, ubicado en pleno centro de la ciudad.
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Hotel Palas, que luego sería conocido como Hotel Montecarlo (actualmente Edificio Morelos).
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Hotel Madrid, que se encontraba en la calle 3 Sur.
Otra sección destacada del libro es la que hace referencia a las placas conmemorativas de azulejo que se encuentran distribuidas por distintos puntos de la ciudad, recordando momentos y personajes clave de nuestra historia. Entre ellas, se mencionan:
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La casa donde José María Morelos y Pavón estableció su cuartel.
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La celda del Ex Convento del Carmen donde estuvo preso Benito Juárez.
Desconozco si esta obra ha sido reeditada desde entonces, pero sin duda es una joya documental que merece ser conservada y difundida por su valioso contenido histórico y su entrañable conexión con la memoria colectiva de Tehuacán.
Aunque aún no he tenido la oportunidad de leer este libro —principalmente por la dificultad para conseguir un ejemplar desde Europa— considero importante mencionarlo y difundirlo, ya que se trata de una de las pocas obras bibliográficas contemporáneas dedicadas exclusivamente a la historia de Tehuacán.
Según las reseñas editoriales y abstracts disponibles, el autor, Raúl Bringas Nostti, ofrece en esta obra un recorrido exhaustivo desde la época prehispánica hasta los primeros años del siglo XXI, abarcando así más de mil años de historia regional. Esta amplitud cronológica y la profundidad del enfoque lo posicionan como uno de los trabajos más ambiciosos y completos sobre Tehuacán publicados hasta la fecha.
Por su estructura, alcance y actualidad —pues cubre eventos hasta el año 2012—, este libro representa una referencia esencial para quienes desean entender el desarrollo histórico, político, social y cultural de la ciudad. Sería deseable que existiera una edición digital o de fácil acceso internacional, dada su relevancia.
Invito a quienes ya hayan leído esta obra a compartir sus impresiones o comentarios, ya que su difusión puede enriquecer el conocimiento colectivo y fomentar el interés por la historia local, muchas veces ausente en los circuitos editoriales más grandes.
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